Capítulo 1
Ojalá estas líneas puedan inspirarte…
Aquí comparto mi experiencia de la segunda formación de Hatha Yoga que realicé durante 7 semanas en una escuela de Yoga en Mysore (India), con uno de los maestros más humildes y sabios que he conocido.
Sábado 27 de enero 2024: Doceavo día de formación en la escuela Atmavikasa center of Yogic Sciences, situada en una zona tranquila de la ciudad de Mysore, no por ello, deja de oírse de vez en cuando el sonido de las bocinas -tan característico de India-, y el mugido de las vacas que andan a sus anchas por las calles.
5:11 AM ¡Suena el despertador!, ducha fría, y vasito de agua templada con limón, unos minutos de meditación y lista.
6:11 AM Salgo de casa, camino hacia la escuela, el silencio inunda las calles, en algunos hogares se escuchan kirtans -cánticos sagrados-, que diariamente se realizan en la mayorías de los hogares de India al amanecer.
Silenciosamente accedes a la escuela con las vestimenta que indicada, -camiseta sin escote, sin logos, ropa de color neutro, y sin ningún contacto visual con el resto de estudiantes. Primeramente se deja en el cuartito los pocos objetos personales, y las bananas del desayuno. Seguidamente se toma asiento, se cierran los ojos, y se espera a que Acharya toque la campana a las 6:30 AM en punto para acceder a la sala.
6:20 – 8:30 AM Cada estudiante coloca su esterilla en el lugar exacto donde le fue indicado el primer día. A partir de ese momento, comienza la verdadera práctica.
Acharya Venkatesh utiliza una metodología progresiva, de menos a más, cada semana se van añadiendo posturas e incrementando el tiempo en ellas.
De 08:40 h a 09:10 h Prânâyâma
09:15 AM Cada estudiante bebe un litro de agua seguido, y a continuación el ritual de la ingesta de bananas en silencio junto con el grupo de alumnas/os de la escuela. La banana es un fruta que se asimila con gran facilidad, y aporta rápidamente energía al organismo.
Las cáscaras de los plátanos seguidamente Acharya las deposita en la calle, las vacas esperan con gran agrado para darse un gran festín.
9:30 AM Regreso a casa, tiempo de cocinar. ¡Uno de mis momentos más placenteros y gozosos del día…! Preparo y cocino la comida de medio día.
Después de la práctica de la mañana, observo y realmente me flipa lo focus que está mi mente, la creatividad que tengo, la inspiración, la agilidad y la rapidez con la que cocino.
En la escuela se insiste mucho en comer lo más satvico -limpio- posible, y cocinarse en casa.
10:30-12:30 AM Regreso a la escuela, clase de filosofía y cánticos con Hema, es la mujer de Acharya.
1:00 PM Comida en casa, ducha de agua fría y pequeño descanso.
3:00 PM – 4:00 PM Regreso a la escuela para repasar con Acharya la práctica de la mañana, ajustes, etc…
4:30 PM Directa al ritual del coco, y compra de vegetales y verduras y frutas para cocinar al día siguiente.
5:00 PM Paseo por el parque público al lado de casa.
6:00 PM Cenar algo ligero, y fácil de digerir.
7:00 PM Tiempo libre, lectura
9:30 PM Dulces sueños
Capítulo 2
Sábado 17 de febrero 2024, quinta semana del curso de formación de yoga finalizada. Me quedan dos semanas por delante.
Durante estas 5 semanas intensas de madrugón diario, de práctica profunda, de prânâyâma, de estudio de âsanas y sutras de Patanjali, satsangs diarios con Acharya, y si además le sumas una alimentación sátvica -pura 100%-, sin ningún tipo de impurezas, ni estimulantes, etc., el resultado es una grandísima limpieza a niveles muy profundos.
Uno de los momentos más íntimos y especiales está siendo cocinar cada día en casa, justo cuando regreso de la escuelita en la primera pausa de la mañana, observo lo centrada que está mi mente y en 30 minutos preparo platos deliciosos.
Infinitamente agradecida a la vida por hacerme llegar este momento tan especial, redescubriendo a otra Marta que está a punto de cumplir 46 primaveras, disponiendo de los mayores tesoros que el Ser Humano puede poseer, Tiempo, Libertad y Salud.
Capítulo 3
Apunto de entrar en la séptima y última semana del curso de formación de yoga en India. Tremendamente agradecida por esta oportunidad de poder cultivar mente, cuerpo y corazón de la mano de un verdadero maestro y yogui, de los que ya no se encuentran tan fácilmente.
Esta semana un día mis ojos comenzaron a derramar lágrimas, muchas emociones afloran con la práctica. Fue un momento mágico.
Capítulo 4
1 de marzo del 2024 finaliza la formación de yoga, es la segunda vez que la realizo, y sinceramente la repetiría cada cierto tiempo.
Esta vez he sentido una conexión más profunda conmigo, más centrada en la práctica, en la rutina diaria, en general me he sentido fuerte y con ilusión de levantarme cada mañana a las 5:11 AM.
Las bolsas debajo de mis ojos han disminuido, el brillo de mis ojos y mi piel ha cambiado, mi cuerpo ha rejuvenecido notablemente, me siento con mucha energía y con la mente calmada y en paz.
La práctica de yoga especialmente en las últimas semanas ha sido un viajazo, mantener el âsana durante 3,5,7 minutos se entra en otra dimensión.
Ahora comienza el verdadero reto, seguir con la práctica diaria.
Capítulo 5
Tres meses de práctica de yoga diaria, de auto cuidado, vivencias, comprensiones, nuevos lugares y conexiones.
Gracias Mama India por cuidarme y ofrecerme este gran regalo de vida. Formarse con un verdadero maestro de yoga en India es una de las mayores bendiciones a las que un@ alumn@ puede aspirar, me siento tremendamente afortunada y agradecida por ello.
